La propuesta es un diseño didáctico-cultural y social hacia un envejecimiento dinámico- en plenitud y saludable en calidad de vida. Donde “la Vejez sentida” vivida como experiencia cognitiva, emocional y social adquiere sentido vital.
Se hace necesario una nueva cultura del envejecimiento, donde las personas comprendan el fenómeno del envejecimiento y se sitúen en el contexto de su existencia y puedan auto reconocerse como sistema global y local de valores y derechos. Persona como sujeto de valores y derechos y no como objeto de intervención y cuidado.